Estos días se celebra en Mojácar (Almería) el III Encuentro de Enfermería de Medicina Interna. El evento se enmarca dentro del XXXII Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina Interna (SADEMI), que tiene como eje temático las alternativas a la hospitalización clásica en medicina interna.
Del 2 al 4 de junio, se abordan aspectos relativos a la cronicidad o el refuerzo de las herramientas necesarias en situaciones complejas como es el final de la vida.
Con motivo de este encuentro, recuperamos el testimonio de Agustina Silvano, enfermera gestora de casos del centro de salud Olivero, en la capital almeriense. Es una de las diez personas encargadas del tratamiento en cuidados paliativos del distrito de Almería. Desde su área profesional, reitera la necesidad de coordinación de un equipo multidisciplinar que active todos los recursos posibles en el ámbito sociosanitario para ofrecer al paciente paliativo y su familia una atención “integral y sin demoras”. De hecho, su intervención en este encuentro de Enfermería, se basa en la potenciación de esta forma de asistencia y en cómo afrontar el duelo tras la muerte.
Asesorar a la familia es otra parte importante de su trabajo. La enfermera pone especial énfasis en evitar que el cuidador claudique, ya que sufre un importante impacto emocional.
En una entrevista, Agustina Silvano asegura que para ella “es un trabajo muy complejo pero también muy satisfactorio” y destaca la atención inmediata al paciente paliativo a nivel físico, psicológico, social y espiritual como una labor compartida en colaboración con las enfermeras gestoras de casos en el hospital, los trabajadores sociales, equipos de Cuidados Paliativos a domicilio y personal del 061.
En cuanto al testamento vital, la enfermera considera que, tras varios estudios en la región, hay muy pocos pacientes que dejen por escrito sus decisiones: «sólo se hizo en 2% de los 150 casos abordados en una primera investigación».
Leer la entrevista completa en La Voz de Almería.
Foto: La Voz de Almería.