LA GENTE BUENA NO SE ENTIERRA, SE SIEMBRA

Jul 26, 2023

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Nos ha dejado Susana Pascual.

Escribir un artículo en homenaje a ella me resulta muy difícil, es una mezcla de emociones las que me asaltan. Pena por no verla más. Sobrecogimiento: ¿qué podré decir yo que la conocí sólo una pequeña parte? Satisfacción por haberla conocido y haber aprendido mucho de ella. Respeto y admiración por su figura profesional y por la gran persona que fue. Responsabilidad por recoger su legado, ella se ha sembrado.

Susana Pascual Lavería era médico del equipo de cuidados paliativos del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, este fue su último puesto de trabajo en Málaga, el punto final de una trayectoria profesional dedicada a la medicina paliativa, a pie de cama de hospital, en la casa del paciente, y desarrollando la especialidad desde todas las perspectivas posibles.

Susana Pascual fue una de las profesionales pioneras de los cuidados paliativos en España, formó parte de la unidad de cuidados paliativos que se desarrolló en el Hospital de Cruz Roja en Málaga, junto con un grupo multidisciplinar de profesionales, en el inicio de la década de los 90. Esta unidad se integró en el Servicio Andaluz de Salud cuando se hizo cargo de ese hospital, y se ubicó en el Hospital Civil de Málaga, una historia de éxito que tiene ya  más de 30 años.

Susana fue fundadora de SACPA (era socia honoraria en reconocimiento a todo su trabajo por nuestra sociedad) y SECPAL, ha asistido en primera línea a la historia de la medicina paliativa en nuestro país. Vivía con esperanza las dificultades del desarrollo de la asistencia en Andalucía, y era infatigable en la defensa de los principios básicos de los cuidados paliativos. Fue un gran apoyo para Fundación CUDECA, donde volcó todo lo que sabía de forma voluntaria desde sus inicios.

Susana era una médico con un conocimiento maduro de la medicina, y en especial de la medicina paliativa, ese saber aquilatado en la experiencia que sabe emitir juicios ponderados, y colocar al paciente y su familia en el centro del plan de atención. Trabajar al lado de ella era siempre una experiencia enriquecedora, ella ha formado a muchos profesionales sanitarios en cuidados paliativos, todo su saber lo compartía de forma magistral, parecía que lo hacía sin esfuerzo, como una fuente de saber natural, su experiencia y saber hacer eran reconocidos por todos.

Lo que más me gustaría destacar de ella es su parte humana, ese currículo invisible que algunos llaman,  que le hacía capaz de estar siempre en calma, en los momentos más estresantes de cualquier día de trabajo nunca le veías apresurada, siempre lo tenía todo bajo control, incluso en los momentos en los que podía expresar una crítica, lo hacía de tal forma, que siempre era constructiva.

A continuación os dejo, como muestra de su saber, la conferencia inaugural del máster de cuidados paliativos de la Universidad de Málaga, era el año 2018, donde aborda la historia y el desarrollo de los cuidados paliativos de una forma magistral, da un montón de pistas de quién era ella y de lo que pioneras como ella han hecho por todos nosotros. ¡Qué compromiso! 

(perdonad el formato nada profesional, la grabé con el móvil desde mi sitio en la sala)

 

Su huella será permanente en nuestra sociedad.

Su epitafio ha sido su última lección para todos nosotros

Rafael Gómez García

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