Los recursos de la psicología tienen un papel fundamental en el equilibrio emocional de los pacientes en cuidados paliativos, de sus cuidadores y de sus familias. Los seres queridos, que como cuidadores también deben ser cuidados, suponen un apoyo clave a la persona que afronta el final de su vida, que se enfrenta a sentimientos como la soledad, la confusión o la sensación de querer ‘estar tranquilo’, de desear ‘estar en casa’.
El doctor Mario López Saca, especialista en Medicina Interna y Cuidados Paliativos y miembro de la Asociación de Bioética de El Salvador reflexiona en un artículo sobre ‘El poder del alivio en familia’ como una de las grandes máximas de la medicina paliativa. El papel del profesional pasa, en este punto, por la escucha activa al paciente y su entorno. En opinión de Mario López, “escuchar a la familia repercute en el alivio del enfermo tanto en lo físico como en lo emocional”. Es lo que se denomina el encuentro con la familia o ‘familiy meeting’, en la que todo el equipo (médicos, psicólogos, profesionales de la enfermería) desempeña una labor fundamental, ya que lo más frecuente es que cada miembro de la familia padezca la situación de forma diferente.
A pesar de los esfuerzos conjuntos para gestionar las emociones, el doctor incide en los desequilibrios que se producen por actitudes de los pacientes como ocultar la realidad a sus seres queridos, o de la propia familia, como silenciar el diagnóstico para no provocar ansiedad en el enfermo. Según Mario López, la mejor manera de enfrentar el silencio y las dificultades es la comunicación entre todos los agentes que de alguna manera se implican en el proceso, lo que generará confianza y preparará a los allegados para aliviar y reconfortar al paciente y para encontrar apoyo y acompañamiento en la propia familia.
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