Los enfermos tienen la necesidad de releer su vida, valorarla, y sentir que ha merecido la pena ser vivida», según una psicóloga
LAREDO, 26 Jun. (EUROPA PRESS) –
La psicóloga clínica y profesora de Ética y Psicología de los enfermos en situación de enfermedad terminal de la Universidad de Deusto, María Jesús Goikoetxea, ha subrayado esta martes, en Laredo, la importancia que presenta para los enfermos terminales sentirse acompañado por su familia y los sanitarios que le atienden, así como reconfortado en la espiritualidad, en los últimos momentos de su vida.
En su ponencia sobre ‘Ética y espiritualidad al final de la vida’, enmarcada dentro del curso de verano ‘Aprendiendo a vivir, aprendiendo a morir’ que la Universidad de Cantabria (UC) está celebrando en Laredo, Goikoetexea ha reconocido que la relación del cuerpo sanitario con los pacientes «ha de sostenerse en la verdad», según ha informado la UC en nota de prensa.
«Se trata de ver la situación y la experiencia de cada enfermo, y a partir de ahí, ir satisfaciendo y cubriendo sus necesidades emocionales y su sufrimiento psíquico y relacional, y hacerlo tal y como el paciente necesita, en función a sus valores personales», ha recomendado la psicóloga a los participantes en el curso.
Y es que, en su opinión, «lo ideal es que el profesional vaya proporcionando información a medida que el enfermo pueda ir asimilándola y gestionándola», ha señalado.
El escenario se completa con la presencia de los familiares y amigos del enfermo. Goikoetexea ha explicado que «el proceso de morir presenta una naturaleza familiar, no individual». Desde antes del momento de la muerte, la familia ya comienza a vivir un proceso de «reestructuración de sus miembros».
Además, las necesidades no son siempre compartidas por enfermo y familia, sino que es «muy habitual» que cada uno necesite un ritmo diferente. En ese caso, la «clave» del sanitario es «mantener el equilibrio entre ambos».
Asimismo, la psicóloga ha insistido en la importancia de la espiritualidad al final de la vida. Se trata de un momento en el que las personas reflexionan sobre lo que ha sido su vida, y se comienzan a plantear lo que sucederá tras su muerte. «Todos los enfermos tienen la necesidad de releer su vida, valorarla, y sentir que ha merecido la pena ser vivida, ya que es difícil morir con la sensación de que ha sido desperdiciada», ha dicho.
En cuanto al futuro, Goikoetexea ha explicado que algunos enfermos buscan su porvenir en la religión, mientras que muchos otros se apoyan en su familia, amigos o proyecto vital. «En definitiva, todos queremos saber que lo que hemos vivido merece ser perdurable a lo largo del tiempo», ha concluido.
Fuente: Europapress.es