Uno de los objetivos de los cuidados paliativos es aliviar el dolor físico de los pacientes que enfrentan el final de su vida. Esta es una función que tanto el enfermo como la familia y la sociedad en su conjunto tienen muy presente.
Sin embargo, ¿qué ocurre cuando nos olvidamos o no prestamos la adecuada atención a ese sufrimiento menos visible que es el dolor emocional? Esta afección, estrechamente relacionada con la calidad de vida, comienza en el paciente y se extiende a sus familiares y allegados, a los profesionales y a toda la comunidad.
Con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y la Asociación Española de la Lucha Contra el Cáncer (AECC), junto a la Asociación Española de Informadores de la Salud (ANIS), han puesto de manifiesto durante una jornada que, en España, a día de hoy, el 75 por ciento de las personas muere con dolor emocional por no haber recibido cuidados paliativos.
Los datos son impactantes y nos deben hacer reflexionar, más aún desde una disciplina, la de los cuidados paliativos, que tiene su razón de ser en la visión integral del entorno que rodea al enfermo y que requiere grandes dosis de apoyo psicológico, socio-sanitario y espiritual.
Considerando que esta asistencia es un derecho, se estima que en nuestro país unas 215.000 personas necesitan cuidados paliativos, de las que unas 105.000 requieren atención paliativa especializada con profesionales debidamente cualificados. Unas cifras que vuelven a desvelar la relevancia de la formación específica y de calidad o la necesidad de mejorar la atención a los propios cuidadores.
Ana Tordable, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), hizo referencia a la falta de recursos, que tiene como consecuencia que la mitad de los pacientes españoles no reciban atención paliativa. Por esta razón, destacó la importancia de impulsar la formación e información entre los profesionales sanitarios, la coordinación entre Atención Primaria y Especializada y la investigación, para identificar los recursos prioritarios a implantar.
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Foto: Hospitalidad.com
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